miércoles, 18 de noviembre de 2009

ESTOY FELIZ.


Estoy feliz. Tanto que me salgo de mí misma. Y ahora que echo la vista atrás- eso es siempre bueno- me doy cuenta de lo acertado de no pasar las pruebas de acceso a las clases profesionales pues no estaba preparada, y continuar con las clases para adultos.

No sólo aprendo cada día más de las Técnicas Teatrales, sino que mis dolores musculares a través de los ejercicios apenas existen. Y además; esta lucha por la que considero mi Escuela.

He conocido personas que siendo diferentes a mí, son mucho más sinceros y reales amigos que los que he coleccionado en mi triste pasado. Jóvenes y adultos que aman como yo el arte en todas sus facetas y, sobre todo, el arte escénico.

Yo sé que mis padres no comprenden esta locura repentina; pero les falta memoria. A los 8 años ya preguntaba qué había que estudiar para ser actriz y mi padre me dijo que me olvidase. Ahora que tiene tiempo para ir a una escuela de pintura(pues lo hace muy bien de manera autodidacta) cree que se le ha pasado la edad. ¡Jamás se te pasa la edad!

Con esta lucha en la que estoy involucrada con personas que sí se juegan su trabajo, su sueldo, su continuidad como artistas; he descubierto la fuerza, el poder que hay dentro de mí. Me siento viva y como en los poemas que escribí en el facebook y los que he preparado para la posible lectura en la mani-fiesta-acción del sábado, yo me sentí en mi hogar cuando la puerta roja de la calle San Agustín- la puerta de la Escuela Navarra de Teatro- crucé. Si ha habido un momento en que me he sentido viva, llena de optimismo, sin nervios a pesar de mi leve epilepsia y sintiendo la energía super positiva de un mundo que me llevaba esperando toda mi vida.

No puedo negarlo. Estoy feliz, contenta. Ahora estoy en casa.


Marian García.

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