La situación parece ir mejor con la aprobación en el Senado de los Diputados de las enmiendas presentadas para la Cultura. Aunque parece que somos bastante beneficiados, el hecho de que sea el Gobierno Foral quien al final distribuya esos presupuestos no me da mucha confianza. Aparte; no es cuestión de pedir dinero todos los años como si se mendigase una limosna. Esta profesión es tan digna como cualquier otra y se precisa de una Titularidad en los estudios equiparable a la Formación Profesional si se quiere ir- como es mi caso- por la Enseñanza además de alguna función.
A mi me llama el trabajo teatral enfocado a lo terapéutico; y en tiempos que vendía libros hacíamos teatro de ventas. Esta materia ayuda a quitar la timidez, desestresar a las personas y llenarles de amplias posibilidades de promoción en sus empleos al enseñarles técnicas de comunicación.
En el caso de niños especiales, como mi hiperactiva sobrina de seis años, les ayuda a descargar energía y controlarse. Pensar despacio antes de hablar y que no se le agrupen las palabras en la boca. Del mismo modo, ya hemos visto casos de actores con Síndrome de Down que seguro se han beneficiado de las Técnicas Teatrales para avanzar en su aprendizaje vital.
Por estas cosas y muchas más, no debemos desfallecer y seguir adelante. No todo es dinero. Cierto que es ayuda necesaria; pero precisamos de algo más. En la última reunión que tuvimos aglutinamos a otros grupos y asociaciones culturales que también precisan de un reconocimiento por el Gobierno Foral de Navarra como grupos de danzas, escuelas y bandas de música que también son disciplinas que se juntan en el teatro.
Debemos seguir luchando y no creer que por una batalla ganada tenemos ganada la guerra. Una guerra pacífica pero no por menos necesaria.
Como dijo una amiga italiana, el teatro es el alma de la Cultura. Y la danza, la ópera, la música, etc..
Sigamos despiertos.
Marian García.
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