lunes, 25 de agosto de 2014

CERRANDO CÍRCULOS.

Hace mucho que no escribo en este blog. Ahora que estoy concentrada en mi vida como escritora. Sé que pronto mi primera novela va a ser editada, y sé que va a ser un éxito por las personas que ya la han leído y son de mi confianza.
Atrás han quedado los días del teatro con sus alegrías y sinsabores. Cuando no eres aceptada en un mundo y luchas- más por cabezonería que por razones- por hacer algo con lo que has soñado de niña, el tortazo es fijo.
Si a eso se une un sentimiento no correspondido; a pesar de las señales que indicaban lo contrario; te vuelves más testaruda todavía.
Ahora volverán los cursos de teatro; algunos impartidos por el grupo de teatro que tanto me encanta y uno de ellos de Clown. No es que sirva de mucho ser payasa; o tal vez sí: para reírte de ti misma y del mundo, y levantarte cada día con una sonrisa y la espada de la Felicidad dispuesta a enfrentar cada nueva jornada.
Pero los recuerdos del pasado quedan ahí.



Por supuesto que este curso y hacer teatro para adultos; que es lo único que me dejaron hacer; cerraría círculos y me haría conocer gente nueva tras varios años sin pisar la Escuela Navarra de Teatro. Pero lo más importante es ver a las personas que me hirieron de otra forma:  ni importantes, ni no importantes; sólo personas que ya no me influyen.
En el tiempo pasado desde que intenté volver a hacer teatro he crecido bastante espiritualmente; y como la cita que me encanta tanto: "Cuando Dios te niega algo que deseas mucho, es porque te reserva algo mucho mejor". Y lo aplico también al amor.



No sé si volveré a los cursos de teatro. No me arrepiento de ayudar a la ENT cuando lo precisó; pero he vuelto al camino de la niña de ocho años que escribía para que esconderse de la realidad y sus cuadernos le servían para tener a raya a los gamberros que se metían con ella; aunque fuese por un día.
Soy escritora y algo clown de nacimiento.




Mariangeles García-Jimeno.