Atrás han quedado los días del teatro con sus alegrías y sinsabores. Cuando no eres aceptada en un mundo y luchas- más por cabezonería que por razones- por hacer algo con lo que has soñado de niña, el tortazo es fijo.
Si a eso se une un sentimiento no correspondido; a pesar de las señales que indicaban lo contrario; te vuelves más testaruda todavía.
Ahora volverán los cursos de teatro; algunos impartidos por el grupo de teatro que tanto me encanta y uno de ellos de Clown. No es que sirva de mucho ser payasa; o tal vez sí: para reírte de ti misma y del mundo, y levantarte cada día con una sonrisa y la espada de la Felicidad dispuesta a enfrentar cada nueva jornada.
Pero los recuerdos del pasado quedan ahí.
En el tiempo pasado desde que intenté volver a hacer teatro he crecido bastante espiritualmente; y como la cita que me encanta tanto: "Cuando Dios te niega algo que deseas mucho, es porque te reserva algo mucho mejor". Y lo aplico también al amor.
Soy escritora y algo clown de nacimiento.
Mariangeles García-Jimeno.