miércoles, 16 de noviembre de 2011

El cierre de la Escuela Navarra de Teatro.







A veces no entiendo a los políticos. Se pasan un año hablando de lo importante que es hacer de tu ciudad una ciudad para la cultura y la única escuela de teatro que hay se la quieren cargar.





No me creo que los presupuestos haya que medirlos a otras cosas. No niego que sea cierto que hay necesidades imperiosas que no son una escuela de teatro; pero mientras la presidenta de la Comunidad Foral de Navarra se ha subido el sueldo, las dietas y demás temas que le sobran la mitad y ayudarían a mantener no sólo la Escuela Navarra de Teatro, sino a dar mayor amplitud presupuestaria a otros temas de Navarra.





No sé que va a pasar. Como fiel al "SECRETO" voy a enfocar mi positivismo a la permanencia de la escuela.





No ha habido un buen pago hacia mí, pero adoro lo que he vivido de bueno y no quiero desprenderme de ello.





Si van a cerrar la ENT, por lo menos que haya una posibilidad de una escuela municipal de teatro como en otras ciudades.





En la tierra de actores como Alfredo Landa o Pedro Osinaga no puede pasar esto: la eliminación de una escuela de teatro que en vez de desaparecer debería ser ya oficial en su titulación, no oficiosa.





Bueno, no demos todo por perdido. Si son positivos los directores y buenos administradores, podrán salir adelante.





Yo siento que sí va a seguir adelante porque así lo deseo y lo vivo en mi mente.










Marian Garcia.

sábado, 5 de noviembre de 2011

REVISARME A MÍ MISMA.













Ha pasado tiempo desde la última entrada. No sé cómo va lo de Miguel, pero no he leído nada sobre ningún comunicado de la escuela. Es una pena, porque quienes creen que se les ataca son quienes se destruyen desde dentro; desde su negatividad.







He vuelto a leer el libro de Rhonda Byrne sobre "El secreto" pero titulado "El poder" y basado en La Ley de la Atracción y el pensamiento positivo.







Puede que no supiese actuar bien cuando me sentí rechazada por segunda vez y en mi tercer intento viera un ataque, una humillación por parte de quienes mandan en la ENT.







Hice un enorme esfuerzo por ver a la directora administrativa de forma positiva tras leer por primera vez el libro "El poder" y creo que lo conseguí. Tal vez no fue suficiente, pero a la subdirectora la vi con otros ojos, más alegre y positiva. Me sentía contenta de mis logros. Pero mis anteriores actitudes, tal vez, precisaban respuesta o no puedes luchar contra ruedas de molino como Don Quixote.







Sabiendo que es trabajo de una persona lo que logra, bueno o malo, sólo puedo decir que gracias a ellas encontré la Fundación San Valero y los estudios de Regiduría Teatral de SEAS-CPA Salduie (estudios superiores). Hoy puedo celebrar que soy regidora teatral con mucho camino por delante por aprender, pero con unas notas de sobresaliente alto que ni en la E.G.B. o lo que es ahora la E.S.O..







Estoy contenta, feliz y dispuesta a realizarme como técnico en Iluminación y después en sonido para saber manejarme en el control del escenario.







He recuperado la sonrisa gracias a mis amigos de "La Llave Maestra" y me siento, ahora sí, integrada en un grupo selecto de la escuela; aunque siga habiendo personas que me nieguen el saludo o crean que soy la causa de sus problemas.







Como dice EL SECRETO: tú recibes lo que das. Yo sé ahora eso y voy a buscar recibir amor, respeto, éxito y la felicidad que tanto anhelo.







La Escuela Navarra de Teatro sigue siendo más mía que de ellos pues el edificio era donde iban mis padres a ver películas y considerando que los jóvenes de cualquier época al cine van a ver pocas películas y yo soy "prematura", ¿quién me dice a mí que no se fraguó parte de la semilla mía ahí?







Yo amo esa escuela, amo el teatro, amo a ese actor que finge ser feliz en esa vida que se ha creado que se ha olvidado de vivir la vida real...







Yo me reviso a mí misma y disfruto de lo bien que estoy llena de vitalidad y alegría. Sin odiar. aunque tengo todavía trabajo para tener a algunas personas como amigas o con buenos recuerdos. A otras ya he conseguido meterlas en el cajón de los buenos recuerdos.







Y si a las que no puedo sentir cosas buenas por ellas, las meteré en una caja y las enterraré y nada de ir a verlas para que su presencia me afecte a mi positivismo.







Debo permanecer alegre y positiva.














Marian García.